martes, 4 de noviembre de 2008

879 .-

Te quiero aunque tus palabras sean cero...
aunque el rencor acabe con lo nuestro
y el silencio haya quedado perplejo.

Mis pensamientos son ajenos y corresponden a una serie de maldades
a corridas sin piso y a atrofiaciones sin parte.


y... ¿Por dónde empiezo a decirte que te quiero?
¿que nunca dejé de hacerlo?


Por ti he caído en suicidio
he mirado atardeceres confusos
y miradas que solo abarcan sustancias.


Por ti...
Por ti...
Por ti...


Simplemente he mirado mis pies sin zapato,
he soñado con lugares mejores,
he mejorado mis defectos y he llenado de luz mis virtudes...


Gracias a ti he crecido y lo que menos quiero
es verte tirado en el piso dormido.

No hay comentarios: