Te quiero aunque tus palabras sean cero...
aunque el rencor acabe con lo nuestro
y el silencio haya quedado perplejo.
aunque el rencor acabe con lo nuestro
y el silencio haya quedado perplejo.
Mis pensamientos son ajenos y corresponden a una serie de maldades
a corridas sin piso y a atrofiaciones sin parte.
y... ¿Por dónde empiezo a decirte que te quiero?
¿que nunca dejé de hacerlo?
Por ti he caído en suicidio
he mirado atardeceres confusos
y miradas que solo abarcan sustancias.
Por ti...
Por ti...
Por ti...
Simplemente he mirado mis pies sin zapato,
he soñado con lugares mejores,
he mejorado mis defectos y he llenado de luz mis virtudes...
Gracias a ti he crecido y lo que menos quiero
es verte tirado en el piso dormido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario