domingo, 2 de noviembre de 2008

Ser humano, persona, como quieras llamarle.


Hoy como cualquier día común en mi vida escribo, pienso... suceden cosas y luego encuentro un mundo más donde poder vivir. No niego que mi conciencia me habla y que sus palabras muchas veces abarcan todo lo que llamamos alma. Luego, cuando ella ya no tiene tema, que decirte... hablas tú y quedas en tu misma oración, en la palabra, donde todo sucede, donde todo vuelve. Sonrié, llora, piensa y luego razona. ¿Qué te concentró tanto en ese momento? ¿Su rostro, sus palabras, sus caricias, qué? ¿Por qué te has vuelto tan incapaz de pensar? Creo oraciones que sentido para el resto no tiene y mi mente es mucho más confusa que la tuya, ni yo la entiendo, creéme estoy en esos momentos en que el resto no te llama rara sino que eres tu quien lo hace.
¿Cómo volver a la esencia de todo? ¿Dónde el susurro era más que eso y simplemente las palabras se las llevaba el viento?
¿Qué, quién, cuándo, dónde, cómo y por qué? Seis preguntas que responden mucho, que te enseñan a ubicarte, a saber, a entender. La niñez, un simple momento donde solamente jugabas, hacías cosas por hacerlas, porque las necesitabas y las cosas que te dolían simplemente las mandabas a ese tan nombrado lado llamado mierda. Cuando creces quizás todo se vuelve más lúcido, pero, tus emociones hablan más que tu cabeza, en vez de hablar en conjunto. Te preguntas a quien escuchar, porque simplemente no sabes escucharte a ti mismo, todo quizás vuelve a un principio, a no saber, a no entender, a caer. La vida es aprender y una millonada de cosas más, que quizás mencionar sería un poco inútil.
¡Llorar! ¿Has llorado por nada? ¿Ese momento en que las lágrimas te salen por nada? Se llama desahogo inconsciente, tu sabes que pasa, que onda, whatever... pero, algo te pasa, aunque usted no lo crea, porque no sabe, porque no entiende, porque no razona y ya la mente inconsciente consume lo que nosotros llamamos neuronas. El ser humano, persona, gente, individuo, whatever... es mucho más que algo biológico, que una molécula pegada a la otra con un movimiento que la verdad no me importa... Él piensa, aunque no me creas, él razona aunque ni él lo sepa, él sabe aunque no tenga idea y como las millonadas de cosas que he escrito, te digo de nuevo, quizás no lo entiendas, quizás mi mente es rara, solo quizás... Pero, hay algo que sé, el ser humano es mucho más de lo que yo espero, más que un llanto, que una simple palabra ahogada en un estanque vacío.

No hay comentarios: